Considero conveniente comenzar este artículo con una pregunta. Si todo cambia de manera constante ¿Cómo es posible que notemos todo lo que cambia? La respuesta es muy sencilla, prestando atención. Pero esta respuesta, lleva a otra pregunta, casi de manera obligada, ¿Prestar atención a qué? Esta respuesta no es más complicada que la anterior, prestando atención a todo.
El hecho de que las preguntas sean sencillas de responder, no quiere decir que sean sencillas de llevar a cabo.
Prestar atención a todo es una tarea titánica, abrumadora y en todo caso, imposible de realizar bajo nuestras limitadas condiciones físicas y mentales. Aun así, es necesario que nos esforcemos en hacerlo, de la misma manera como a través de los tiempos, los deportistas se han esforzado en romper barreras de velocidad, peso y distancia, todos tenemos la obligación de superar las barreras que nos impone nuestra mente.
Imagina que pudieras tener la capacidad auditiva de perro. ¿Crees que pudieras gestionar tantos sonidos?
Seguramente no y de tener esa capacidad, significaría que tu cerebro tendría la capacidad de filtrar los sonidos y seleccionar los que son de utilidad en el momento presente. Pero la realidad es que no tenemos esa capacidad y nuestro cerebro se limita a seleccionar de lo poco que escuchamos, lo que considera importante. Pero esto sucede en automático, sin que seamos conscientes de ello y esto es lo que tiene que cambiar. No solo lo relativo a los sonidos, también los olores, sabores y lo relacionado con nuestros sistemas de percepción.
A lo único que debemos atención es a nuestra mente.
Si atendemos lo que ocurre en nuestra mente, podremos, sin lugar a dudas, atender a todo lo que ocurre en nuestras vidas de manera mucho más eficiente. Es necesario tomar el mando y dejar de andar en automático.
La invitación de hoy: Comienza a notar tus cambios, si te parece una tarea muy grande, recuerda el refrán que reza, “La única manera de comerse un elefante, es por partes”.
Todo lo mejor para ti.-