Carácter y temperamento.

Caracter y temperamento

Hace poco escuchaba al conferencista colombo-japones Yokoi Kenyi comentar sobre estas dos características de la personalidad. Decía “El temperamento es heredado mientras que el carácter se aprende”. En tal sentido, lo que en Latinoamérica se entiende por mal carácter no es más que un temperamento volátil o si se quiere, débil. Mientras que “el carácter verdadero, es el poder de controlar el temperamento”. Dicho esto, puedo ahora conectar con el pasado artículo, en el que comentaba que las personas con carácter débil, se dejan controlar por su temperamento y su mente, al permitirles que les aleje de información verdaderamente valiosa filtrada por un sistema de creencias poco informado.

Todos buscamos respuestas, pero pocos nos atrevemos a pagar el precio de estas.

El precio de estas respuestas es tasado en creencias a las que hay que renunciar para poder abrir espacio a nueva información. Este si que es un precio elevado, particularmente para quienes se aferran fervorosamente a su manera de pensar y ¿quién no? Al final de cuentas, todos sufrimos del apego a lo que arduamente hemos aprendido de nuestros padres o de las experiencias de vida. ¿Acaso es común ver a personas renunciar a todo para hacer lo que verdaderamente han venido a hacer? La respuesta es no, no es común, pero si sucede.

Es menester renunciar a todo para poder aprender lo nuevo.

No se trata de DESAPRENDER, un término a mi entender muy mal empleado. NO es posible desaprender, podemos desacostumbrarnos o simplemente darnos cuenta de que la información no nos sirve, pero esta, queda grabada como un aprendizaje sobre cómo no debemos hacer las cosas. Pero retomando el tema del carácter y el temperamento, con relación a este tema es importante aclarar que la nueva información necesita de mucho carácter, así como el desarrollo personal.

Para crecer necesitamos fortalecer nuestro carácter a fin de poder dominar nuestro temperamento.

Para ello, tal como les mencionaba hace unas líneas, debemos renunciar a nuestras creencias. Pero ¿Cómo? La respuesta no es sencilla, porque es necesario en primer lugar, QUERER renunciar y eso no es algo que se pueda imponer, a decir verdad, en la mayoría de los casos, es la propia vida la que nos lleva a esas renuncias a los cambios profundos de hábitos y costumbres, un momento esclarecedor creado, en casi todas las ocasiones, por conflictos que nos hacen, literalmente, abrir los ojos y no solo los que tenemos en nuestros rostros. Hasta que no caemos, no nos damos cuenta del (los) errores que venimos cometiendo. No se trata de errores puntuales, se trata de conductas recurrentes que nos mantienen en conflicto o crean las condiciones para que estos aparezcan.

Nuestras vidas son un reflejo de nuestras decisiones y acciones (o no acciones), las cuales generan vibraciones que contribuyen a modelar nuestro entorno. Atraemos lo que creamos (de crear) en nuestra mente.

Pero esto es muy simplista, y aquí uno de esos aprendizajes que suelen general rechazo. El sistema es mucho más complejo, claro, no se trata solo de ti o de mí o de él o ellos, sino de un todo. Un sistema orquestado para que cada quien juegue un rol en la vida de otros, en conexión continua y permanente hasta que se aprenden las lecciones. Por ejemplo, imagina por un instante la cantidad de eventos (directos e indirectos) que se han tenido que ocurrir para puedas estar leyendo este artículo en el momento en el que los estás leyendo. Si haces el ejercicio de manera correcta, seguramente terminarás abrumado.

EL mundo que vivimos es mucho más grande y complejo de lo que nos gusta imaginar y saber, preferimos vivir en los dos mts cuadrados de nuestro espacio personal en lugar de salir, explorar y aprender.

La invitación de hoy: Si deseas aventurarte al mundo que nos espera y comenzar a soltar tus creencias, entonces estarás listo para saber que todo comienza por prestar atención al momento en el que estás viviendo ahora mismo, pero no a lo que sientes, sino a lo que percibes. Los pasos son más o menos así.

  1. Comenzar a percibir en lugar de sentir
  2. Dejar el miedo a dejar de sentir, al fin y al cabo, las emociones no suman mucho en estos tiempos.
  3. Inicia utilizando dos sistemas de percepción, los de tu preferencia. Un consejo, comienza con dos y evita utilizar la vista, esta ocupa mucho espacio de disco duro y distrae enormemente. Audición y tacto, Olfato y gusto, etc.… No los llames sentidos, al final, los olores no se sienten, al igual que el gusto, el frio, los colores, etc.… se perciben
  4. Enfoca tu atención en estos dos sistemas de percepción por espacios limitados, al principio 10 segundos y avanza en la medida en que puedas percibir TODO lo que recibes a través de los sistemas de percepción escogidos.

Con esto ya tienes tarea como para un mes, de cualquier manera, si deseas más información, ponte en contacto a través de este blog para poder orientarte en lo que requieras.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s