
Esta serie de artículo está relacionada con mucho de lo que sabemos y también con aquello que no vemos y espero que, así como me retaron al escribirlos, reten a tu mente y sus creencias para el bien mayor, comencemos. Para principios de los 80, los físicos cuánticos llegaron a darse cuenta de que el universo podía estar más interrelacionado de formas mucho más sutiles de lo que se pudiera haber pensado antes, incluso cuando los científicos Bohr y Heisenberg presentaron sus conclusiones sobre las interconexiones existentes entre los componentes del átomo. Esta interrelación sutil es capaz de tender puentes entre la física subatómica y la psicología de Jung y tal vez, incluso con la parapsicología, lo que arrojaría cierta luz sobre el importante papel que desempeña la probabilidad en la física cuántica.
Son estas interconexiones que algunos aceptan como reales mientras que otros requieren pruebas al mejor estilo de sto Tomás.
Sería sencillo para nosotros pensar que todo comenzó con los computadores personales, los cuales aparecieron entre finales de los 70 y principios de los 80 y que, si bien representaron una incidencia directa en el quehacer diario de las personas, no fueron el detonante de los cambios. Todo comenzó a principios del siglo XX cuando Max Plank, un físico alemán no muy renombrado para ese entonces, se vio en la necesidad de demostrar lo que consideró un error experimental al crear un cuerpo oscuro que necesitaba ser explicado. No quiero profundizar en la materia ya que a.- es un material muy denso y no es la idea de este blog y b.- no soy experto en la materia, lo que generaría algo de desdén por el escrito.
La idea es resaltar los hechos y “conectar” los puntos para ayudarnos a crear un poco de consciencia colectiva.
Fue en ese año 1900 cuando comenzó el crecimiento que llevó al desarrollo de la llamada Física moderna de quien se considera el padre a Niels Bohr gracias a su trabajo sobre la estructura atómica y la radiación, publicación que le valió el premio Nobel de física en 1922. Desde el trabajo de Plank, pasando por los desarrollos de Einstein y su teoría de la relatividad, siguiendo con Borh, Oppenheimer y muchos otros, todos propiciaron elementos que impactaron de manera directa al desarrollo tecnológico, pasando de los bombillo o bulbos electrónicos a los transistores y microchips que han dado forma al mundo que conocemos hoy, incluida la inteligencia artificial.
Aunque todo “nació” o mejor dicho, eclosionó en 1900, el salto tecnológico fue visible y apreciable por todos desde finales de la década de 1960 gracias a la carrera espacial entre EEUU y la entonces URSS con un pico importante en la década de 1980.
Ahora bien, esto en lo que respecta a la física siempre en la búsqueda de comprobación de hechos que en otras latitudes, ya eran realidades aceptadas por todos. Pero no me refiero simplemente al conocimiento experimental científico limitado, sino al impacto que tuvieron estos descubrimientos en el pensamiento occidental, los cuales derribaron siglos de creencias fundamentadas en el pensamiento griego y la física mecanicista nacida en el renacimiento. Estos descubrimientos de la física que no pueden ni podrán ser explicados con el lenguaje común, ya habían sido tratados de explicar a través de escritos como el TAO chino, Los libros de Confucio, el Mahabharata y hasta en los más recientes poemas de Rumi.
La invitación de hoy: Ya sea que estés en el camino del despertar o seas de aquellos que requieren de la explicación científica para dar crédito a la información, recuerda que los del otro lado, también tienen la razón, así no lo puedan demostrar como tus egos lo demandan y dicen necesitar. Hazte consciente de que ambos caminos tienen el mismo final y forman parte de la cadena de aprendizajes requeridos para la evolución personal.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias