En estos tiempos, la vida se nos va entre los minutos y es así como en algún momento nos pillamos diciendo algo como ¿Qué que, ya es Noviembre? Y se nos ha pasado el año sin saber como y muy probablemente sin saber donde estamos.

Hace rato que escribimos, pensamos, deseamos o simplemente comentamos entre fiestas y alegrías eso que íbamos a hacer para ser mejores, para crecer, el dinero que ahorraríamos para el nuevo auto o la nueva casa. Posiblemente hayas avanzado en algo, tal vez los planes cambiaron a mitad de año por un movimiento inesperado de la vida (bastante frecuentes en estos días). La mayoría de las veces, no sabemos que avances hemos tenido, pues nos ocupamos más de los resultados de nuestro empleador (incluso si somos nosotros mismos) que de nuestro ser.

En la mayoría de los casos también estamos formados más para cuidar a otros antes que a nosotros mismos. Nos esforzamos para mantener empleos o mantener empresas a flote haciéndonos esclavos del sistema. Por favor no mal interpretes estas palabras, no es dejar de trabajar, es cuidar desde donde lo hacemos, ¿trabajas desde la alegría de lo que hago o desde el Estoy aquí por que necesito el dinero? Al final lo que cuenta es si lograste lo que te propusiste para el nuevo  año, si avanzaste, si conseguiste algún logro, si detectaste algún desvío y replanteaste nuevas metas para alcanzar el éxito, sea lo que esto signifique para ti.

Todos los esfuerzos cuentan, así no sepamos que cambios tuvimos, pero estarás de acuerdo conmigo en lo siguiente: que gratificante es poder decir al final del año ¡¡¡LO LOGRE…!!!

Todo lo mejor para ti.-