Si colocásemos signos de interrogación a este título, seguramente obtendríamos varias respuestas de cada quien, incluso algunas parecidas a: “Claro que estoy listo, lo que pasa es que…“ Y luego de ese QUE, tendríamos las historias más variadas, argumentos seguramente válidos  para no hacer lo que deberíamos estar haciendo.

Si logramos ver en retrospectiva, nunca hemos estado listos para asumir las responsabilidades que hemos asumido en la vida y pareciera que en la medida que avanzamos, vamos sintiendo mayor inseguridad a la hora de hacer lo que es menester realizar, especialmente si se trata de nuevas áreas en las que ciertamente no somos expertos.

De igual manera nos lanzamos a la aventura impulsados por una energía totalmente desconocida pero que nos brinda la certeza de que lo que hacemos es lo correcto y estamos listos para hacerlo.

Igual que un polluelo aprendiendo a volar, sin haberlo hecho antes, a la madre primeriza que jamás ha dado a luz su mente pudiera decirle, “es que no estas lista”, cuando la verdad es que no solamente lo está desde el punto de vista fisiológico, sino que de manera inconsciente, sabe qué hacer. Los egos siempre nos harán creer que no estamos listos para revelar mayor conocimientos en nuestras vidas, encontrarán cómplices que ratifiquen esta afirmación, pero en el fondo, No hay manera de alguien diferente de cada quien diga si estamos listos o no para realizar alguna tarea, es en la más profunda intimidad, en nuestros corazones, donde esto se siente.

La invitación de hoy: Mantente alerta y así las dudas se irán desvaneciendo, trayendo a tu vida certeza, ya estás listo para tenerla.

Todo lo mejor para ti.-