Una vez más, sigue siendo fácil agradecer a quienes tuvimos o tenemos cerca, a quien nos tendió la mano en momentos difíciles o nos haya acompañado durante las tormentas, pero ¿Que de aquellos que las generaron? Si, son las gracias más difíciles de dar, agradecerle a quienes sentimos nos lastimaron. Son muchos los momentos difíciles que he atravesado en a lo largo de mi vida, así que solo me limitare a comentar los aprendizajes y la manera en que se convirtieron en lecciones.

Estoy profundamente agradecido de

• Todos y cada uno de los momentos en los que me sentí separado de mi familia, bien fuese por voluntad propia o por circunstancias. La vida siempre propicia momentos de separación y despedida, tanto más complicado cuando es uno quien los propone sin darse cuenta de las consecuencias emocionales que esto conlleva. La inmadurez y la arrogancia son los peores amigos a la hora de dar consejos sobre una despedida, pues suelen sobreestimar las capacidades y subestimar las consecuencias. Por esta lección, agradezco cada vez que decidí apresuradamente alejarme de familiares y amigos, llevado por el simple impulso de hacerlo.
• Las rabietas, berrinches, pataletas. Pudiera llamarlas de muchas maneras, pero la verdad es que al final es solo rabia, una que nunca me soluciono el “problema” que yo pensaba tenía en el momento. De estas sí que tengo una colección más grande de la que me gustaría admitir. Aun así, la rabia se ha convertido en una gran maestra de la paciencia. Mirarme en retrospectiva, me ayudo a concientizar que los motivos para molestarme no existían y que la rabia no era más que una reacción sin sentido. A todos y cada uno de esos momentos, Gracias.
• Darse cuenta de que uno no anda en buenas actitudes no es tarea sencilla, así que aprovecho de hacer un paréntesis para darle gracias a quienes me guiaron a través de este camino de auto-encuentro. Mi hoy amiga y excelente terapeuta IMI y ZM, quienes de sesión en sesión, con paciencia (y mucha) contribuyeron a que fuese deshojando las mascaras que me llevaban a tener reacciones de miedo, confusión, rabia, incertidumbre, entre otras tantas. A ellas y las muchas personas con las que interactué en este sentido a lo largo de este camino. Muchas gracias.

La invitación de hoy: Restan 8 días de este reto de gratitud. A medida que vas avanzando te darás cuenta de que los temas por agradecer son mucho más íntimos, toma ventaja de esta situación y saca toda esa gratitud a la luz.

Todo lo mejor para ti.-