
Al atravesar momentos adversos es común que comience por buscar la responsabilidad de estos en otras personas o atribuirlos a lo fortuito de las circunstancias, una vez superado este momento, comienzo a desandar el camino de las responsabilidades ajenas para centrar mi mente y pensamientos en cómo he creado estos eventos y dónde se iniciaron las acciones que dieron como resultados estas experiencias poco agradables.
Encontrarme no es complicado si presto atención a la manera en cómo me expreso de personas y situaciones.
La invitación de hoy: Presta atención a tus palabras y en especial a la emoción que imprimes al expresarlas. Una herramienta poderosa para esta tarea es escribir, si es a mano y con lápiz de grafito, mejor. Luego lee tus propias palabras y describe tus emociones, entonces ya estarás en el camino para la solución del conflicto interno.
Todo lo mejor para ti.-