Sensaciones y sentimientos.

Ya he comentado bastante sobre la diferencia entre ambos términos y sus implicaciones al emplearlos de manera indistinta. Las palabras son poderosas y lo son más cuando somos conscientes de lo que significan, lo que representan, el contexto en el que las pronunciamos, la entonación, el volumen y hasta la duración. Vaya que son detalles de los que hay que estar pendientes. De aquí la insistencia de permanecer en el presente, de prestar atención, principalmente, a Sigue leyendo

Donde pongo el ojo…

Donde pongo el ojo
No importa lo que distante que parezca una realidad, con la suficiente atención la atraes verdaderamente rápido hacia ti, así que mejor presta atención.

Pongo la bala, algo así es lo que sucede con mi atención, donde pongo mi atención, genero el punto de atracción que crea mi realidad, ergo, si mi atención está en la enfermedad, ¿adivina? Exacto, no importa si mi pensamiento es “No quiero enfermar”, mi atención está en la enfermedad, no en Sigue leyendo

Me encontré.

La mejor manera de encontrarte es poniendo orden a tus pensamientos y palabras.
La mejor manera de encontrarte es poniendo orden a tus pensamientos y palabras.

Al atravesar momentos adversos es común que comience por buscar la responsabilidad de estos en otras personas o atribuirlos a lo fortuito de las circunstancias, una vez superado este momento, comienzo a desandar el camino de las responsabilidades ajenas para centrar mi mente y pensamientos en cómo he creado estos eventos y dónde se iniciaron las acciones que dieron como resultados Sigue leyendo

Memoria II.

Más que escuchar es prestar atención con todos nuestros sentidos.
Más que escuchar es prestar atención con todos nuestros sentidos.

La mejor manera de fortalecer mi memoria es siendo consciente del momento presente y practicando la escucha activa, en la cual dedico toda mi atención a mi interlocutor, sin interrumpirlo en mi pensamiento con potenciales respuestas que me hagan sentir que he ganado una Sigue leyendo

Atención.

Pensamos mucho, hablamos mucho y prestamos poca atención.
Pensamos mucho, hablamos mucho y prestamos poca atención.

Los peores momentos de mi vida han ocurrido cuando tomo decisiones a la ligera, bien sea porque me haya sentido presionado para hacerlo o cuando de manera inconsciente he avanzado sobre temas que no se parecen a lo que pienso, peores aquellos en los que ni siquiera me tomé el Sigue leyendo