De la paciencia a la disciplina.

A amar se aprende amando.
A amar se aprende amando.

Me queda claro que el amor no es algo que se siente, sino que también se actúa y al hacerlo, entonces es cuando lo podemos sentir. Dejé de lado el concepto del amor romántico de novelas el día que sentí una oleada de emociones al servir a otros. Así es, el amor es todo a la vez y no una sola emoción, el amor se conjuga en el verbo amar y es allí donde radica el poder de todo lo que soy y seré.

Si la paciencia es resultado del amor infinito, entonces requiero de disciplina para ejercitarme en esa materia a diario.

Cada quien ejerce amor de la manera en que aprendió a hacerlo, incluso de maneras tan extrañas que al promedio pueden parecerle cualquier cosa menos amor, pero el amor está en todas partes y en cada uno de nosotros y la mejor manera de sentirlo es dándolo, particularmente cuando sentimos no hacerlo.

La invitación de hoy: Haz lo mejor que puedas por expresar amor de la manera como prefieras, eso sí, siéntelo y se honesto contigo, no es hacer una buena acción por quedar bien. Cuéntanos tu experiencia y así todos podemos crecer, gracias por tu aporte.

Todo lo mejor para ti.

2 comentarios en “De la paciencia a la disciplina.

  1. Es tan cierto..
    EN ocasiones caemos en el idealismo del amor pero no estamos actuando de una forma correcta para darlo y propagarlo ¡Menos cuentos y más acciones!
    De hecho, el expresar el amor es casi más importante que sentirlo de alguna cínica manera pues ¿De qué me sirve ser amada si no lo siento?
    ¡Besos!