
Cuando tengo momentos de soledad, me doy la oportunidad de repasar los eventos en los que siento haber perdido la oportunidad de hacer las cosas de una manera diferente. Desde mi infancia hasta el presente, ha habido sendos momentos en los que mi decisión de tomar un camino en lugar de otro, definitivamente me llevó a vivir experiencias ricas en emociones, es decir, tanto buenos momentos con tristezas y rabias, como malos momentos llenos de alegrías y buenas personas.
Las oportunidades no se pierden porque la decisión que tome es siempre la mejor y la única que pude haber tomado en ese momento.
La sensación de pérdida es solo eso, una sensación ya que nada he perdido. Mirarlo de otra manera, significaría mantenerme en el victimismo y el sufrimiento.
La invitación de hoy: No puedo evaluar decisiones pasadas con una consciencia diferente, más rica en aprendizajes y crecimiento en comparación al momento inicial, eso es generar autocastigo innecesario. Mira al pasado con la alegría de lo aprendido, tomando las herramientas que te pueden hacer falta para tomar mejores decisiones a partir de hoy. Muchas gracias por tu participación en los comentarios.
Me encanta como expones LAS OPORTUNIDADES PERDIDAS, al mirar al pasado y busco las oportunidades perdidas y no las veo, sera que asumo mi equivocaciones y aciertos en el pasado de la misma manera, confieso no lo se.
Gracias.
Es una posibilidad Carmen. También que has logrado un nivel de madurez emocional importante y pleno.
Gracias por compartir.