
Hay momentos en los que me siento atascado en situaciones que parecieran no tener salida y que por más intentos que haga los avances no se manifiestan, al menos, no en la medida en que siento debe ser recompensado mi esfuerzo. En estos casos, normalmente la frustración aparece haciéndome desistir y dependiendo del caso, las consecuencias pueden ser problemáticas.
No te confundas, tener la mente en blanco es muy diferente a estar sin ideas, sin inspiración.
La invitación de hoy: No desistas del plan si te encuentras sin ideas, como me enseñó una amiga de este espacio, “Cuando estés sin ideas, da un par de vueltas y retoma el asunto con la mente más fresca”, le agregaría, y más relajada.
Todo lo mejor para ti.-
Qué cierto
Gracias Cé…
Éxitos y bendiciones
Bilko