Algo que ha sucedido consistentemente en el largo proceso dictatorial en Venezuela, es que, para quienes adversamos el procesos desde sus inicios, se han suscitado momentos de entusiasmo personal generado por creencias de un entorno disfrazado de resultados positivos. Como es de entender, esto genera mucha frustración (rabia combinada con tristeza) y para quienes nos hemos dedicado a observar de manera permanente, el resultado es un aprendizaje sostenido sobre la conducta político/social de los individuos. Sí, es complejo de explicar en un artículo, así que trataré de ser lo más sucinto posible.

La frustración constante me ha enseñado a observar detenidamente las acciones antes que las palabras.

En lo personal no soy un experto en conducta social, pero no hay que ser muy letrado para apreciar las diferencias entre los discursos y las acciones. Es en este entendimiento donde pude hallar la paz interior que tanto requerí para encontrar un camino de soluciones a temas personales. No se trata de ignorar o vivir en islas de fantasía (suficientes con las creadas por los discursos políticos), se trata de vivir en paz a través de la creación de consciencia del espacio y momento presente diseñados y desarrollados por las acciones de los actores, más que por sus palabras, las que al final del día son el insumo principal de las expectativas que creo en mí cabeza. Ojo, esto aplica tanto para eventos sociales como personales.

La invitación de hoy: Aprovecha la oportunidad de conflicto para la práctica de vivir “aquí y ahora” sin expectativas. Comprende que es el foco de atención el que te genera frustración o paz, como siempre, es tu decisión.

Todo lo mejor para ti.-

Ps. #Abajoladictadura #fueramaduro #venezuelalibre #abajoelcomunismo