
Hay pensamientos que nos generan incomodidades que muchas veces no somos capaces de identificar, al menos en las primeras de cambio. Al mismo tiempo, esta incomodidad se acumulan hasta el punto en el que, simplemente perdemos la batalla contra la emocionalidad alterada, la cual nos lleva a presentar comportamientos de los que mayormente y con seguridad, nos arrepentiremos en el futuro.
Pero esto es solo parte del escenario.
Verás, nuestra mente nos juega el truco de generar pensamientos sobre el futuro y nuestros egos son los encargados de adornar ese futuro de manera que cumpla con las cosas que queremos, como, cuando y donde las queremos. Cabe decir que más del 95% de nuestros pensamientos sobre el futuro, jamás se materializan.
La consecuencia de estos pensamientos recurrentes, son los estados de ansiedad.
La ansiedad, en este caso, termina siendo la madre de la insatisfacción y la intolerancia, ambas reacciones naturales al no conseguir aquello que hemos imaginado. Pero no termina aquí, ya que estas dos reacciones, traen consigo sus propias consecuencias en estrés y enfermedades cuyo origen no logramos identificar.
Todo pensamiento de futuro trae consigo una carga importante de miedo.
Desde la incertidumbre del logro hasta el popular “que dirán”, son solo algunos de los miedos que nos embargan cuando prestamos atención y damos fuerza a la ilusión de un pensamiento sobre el futuro.
La invitación de hoy: Evita caer en la trampa de los egos al comprender que la única manera de discernir la jugada que persigue mantenerte en estados de ansiedad, es ubicarte en el momento presente, en el aquí y el ahora. Es en este espacio tiempo en el que puedes ser observador y darte cuenta de lo que realmente ocurre. Solo mantente en el presente.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias