Así como ayer comentaba sobre los orígenes de la revolución tecnológica y sus implicaciones en la vida cotidiana, todo dentro de un mismo siglo, debo hacer énfasis en lo que pudiéramos llamar, la otra cara de la moneda. Si, hubo avances científicos relevantes, pero también los hubo en los campos de la psicología y la parapsicología. Los trabajos del psiquiatra y psicólogo Carl Jung, sobre el inconsciente colectivo, algo que consideró previo al inconsciente individual, así como su teoría de la personalidad, impulsaron los límites del psicoanálisis creado por Sigmun Freud a principios del siglo XX. Estos elementos aparentemente distantes de los descubrimientos de la física cuántica, también impactaron poderosamente el comportamiento humano durante la primera mitad del siglo XX.

Pareciera casualidad que el nuevo siglo trajera consigo la demolición de sistemas de creencias establecidas por siglos. ¿No te parece?

Más adelante, la compositora y ensayista venezolana Conny Méndez funda hacia mediados de la década del 40 el Movimiento de metafísica cristiano de Venezuela, encargado de difundir las enseñanzas del maestro Saint Germain, dedicando sus esfuerzos al estudio y difusión de la metafísica desde mediados de los años 60 hasta principios de los años 80. Década en la que sus libros de adquirieron una relevancia trascendental entre el público, mientras a mediados de la década de 1960 aparece el Método Silva de Control Mental y posteriormente, para la década de 1980, surgen herramientas como la Terapia de la Respuesta Espiritual y la terapia de Reducción del Estrés basado en el Mindfulness (un método ya conocido en la India por más de 2500 años), a mediados de los 90 las Constelaciones Familiares y otras herramientas que van encontrando espacio en el quehacer cotidiano de la cultura occidental.

Quepa destacar que, muchas cosas que consideramos novedosas en occidente, ya han existido, practicado y evolucionado por milenios en la cultura oriental.

Como habrás podido notar en los escritos de ayer y hoy, el siglo XX fue uno verdaderamente revolucionario, y no solo en los ámbitos científicos y metafísicos/psicológicos, sino también en la economía y no menos importante, la política. Donde el siglo XX y en particular la década de l 1980, representaron un verdadero salto que ubicó a la humanidad en un nivel de consciencia nunca antes visto y que tuvo que ser así porque occidente continuaba estancado en las rígidas estructuras dogmáticas de la religión y los fundamentos rescatados de la filosofía griega.

Pero más allá del hecho cierto del estancamiento del pensamiento místico de occidente, está lo que es verdaderamente importante para todos. La imperceptible relación que existe entre todos los cambios ya experimentados.

No hay casualidades, nada surge de la nada y así como en la física cuántica no es posible predecir los movimientos de las partículas, las cuales, por ahora, solo pueden ser expresadas en términos de probabilidad, tampoco podemos hallar conexiones locales que nos den indicios de que ocasionó tal o cual evento y de cual fue el detonante de este desarrollo acelerado durante el siglo pasado. Aun así, los mecanismos de la observación y la meditación practicados por milenios en las culturas orientales, pueden aportarnos algo de luz, siempre y cuando nos encontremos dispuestos y abiertos a establecer conexiones con elementos que no somos ni seremos capaces de apreciar a simple vista. Dar un salto al vacío renunciando a lo que creemos que es con el único fin de poder mirar de frente a lo que es.

La invitación de hoy: Investiga, lee, aprende y luego en tu espacio íntimo, medita sobre estas interconexiones aparentemente invisibles al ojo humano, date cuenta de esa realidad y también del hecho de que no serás capaz de expresarlo con palabras, al menos no toda su magnitud. Todos somos uno con el todo y todos necesitamos de todos para ser uno.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias