En cada iniciativa que emprendemos están incluidas las posibilidades del éxito y el fracaso, también junto con ellas la posibilidad de emplear nuestro potencial y al mismo tiempo los tropiezos que harán que saquemos nuestras habilidades y talentos para superarlos.

De la misma manera en que una semilla posee la información genética para que una planta crezca de la manera en que crece, la cantidad de hojas que tendrá  y el como dará sus frutos, cada situación viene con la solución incluida. Aun así, la semilla no tiene grabado en su ADN donde caerá, si será en terreno fértil o árido. Lo que hace el panorama un poco aterrador.

Siempre existirán los tropiezos y con ellos las caídas. No hay manera de evitarlos pues la única razón para su existencia es la de mostrarnos que si podemos superarlos. Los tropiezos no son el enemigo a nuestros emprendimientos, tampoco las caídas son sinónimos de fracaso, pues este existe solo en nuestra mente y es alimentado por nuestras creencias limitantes sobre nuestras capacidades. No pierdas el foco, cambia la perspectiva, ve tu situación actual como una plataforma para crecer, presta atención no al problema en si, sino a la lección que está encerrada en su ADN.

Todo lo mejor para ti.-