
Bien es sabido que todos los extremos son nocivos, sin importar de que se trate o de lo mucho que me guste, siempre que sea realizado en exceso, llegará el momento en que será inconveniente para mí. En el caso de las emociones, excederme me llevará a caer en victimismo o rencor, solo por nombrar dos de las emociones más comunes (miedo o rabia). Por el otro lado, extremar en racionalidad, me llevará por dos vías a) Permanecer buscando alternativas Sigue leyendo
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