
Cuando comencé en el camino del crecimiento tenía varios conceptos errados respecto al positivismo y la inteligencia emocional. Pensaba que debía estar contento a pesar de las adversidades y que estar triste o molestarme eran como una suerte de pecado mortal, que debía decir que si a cuanta petición se me hicieran, porque eso hacen quienes sirven incondicionalmente y cosas por el estilo. Fue necesario que nutriera mi mente y entrenara mi cuerpo para alcanzar la primera parte del entendimiento sobre el tema.
Soy inteligente, emocionalmente hablando, cuando soy consciente de lo que siento, entiendo las razones de esa emoción y soy capaz de contextualizarla para canalizarla hacia un bien mayor valorando mis espacios y mi ser.
Al igual que en las áreas del SER, la inteligencia emocional se desarrolla en la medida que vamos entendiendo-nos y aprendiendo sobre nuestro actuar a través de la auto-observación libre de juicios.
La invitación de hoy: Comienza tu entrenamiento en inteligencia emocional identificando las situaciones que te sacan de centro, es decir que generan emociones de rabia o tristezas que se salen de tu control. Repasa eventos anteriores y evalúa los resultados en función de beneficios personales y date cuenta que es más lo que restan. Ahora, está atento a ese tipo de situaciones y de presentarse, contextualizala con racionalidad y mueve esa energía para lograr el bien mayor.
Todo lo mejor para ti.-
[…] a pensamientos sobre futuros inciertos que generan miedo y ansiedad. Revisa los artículos: Inteligencia Emocional y Sabiduría y sigue el camino hacia tu Paz […]