Mi mente hace de las suyas cuando abro espacio para que tome el control, de esta manera, puedo acostarme con una discusión rebotando en mi cabeza y amanecer argumentando y discutiendo conmigo lo que debí decir y no dije o lo que dije y no me satisfizo. Luego de unos minutos de conversación interna vana y sin sentido, me doy cuenta que estoy enganchado en una discusión interna que no suma a mis intereses, solo con el fin de querer tener la razón. Es algo similar a cuando se pega una canción aburrida de la radio, que no me gusta, pero me pillo tarareando la melodía o algo así.
Engancharme en discusiones, bien sea con un interlocutor o conmigo, solo hace que genere energía negativa que me aleja de mi paz interior.
Darme cuenta que estoy enganchado no es complicado, casi siempre sé cuál es el tema del día, lo complicado es alejarme del ego y dejar de querer tener la razón o que las cosas sean como yo quiero.
La invitación de hoy: Identifica cuando estás queriendo tener la razón y discutes contigo por haber hecho o dejado de hacer algo. Una vez identificado, respira y busca enfocar tu atención en algo más productivo. Una manera que me ha funcionado, es la orar y/o meditar, no es sencillo en el calor de una conversación interna, pero siempre hay maneras, una de ellas la consigues haciendo click aquí para visitar la meditación guiada de “El vacío de los egos”, muy efectiva para esas ocasiones.
Todo lo mejor para ti.-