
A pesar de tener consciencia que todos contamos con la misma cantidad de hora y comprender que algunos se les hace menos complicado levantarse a la misma hora a diario, comer de manera saludable o mantener la concentración en algo por más de 15 minutos, siempre hay un punto en el que la disciplina se convierte en un pesado yunque que me dificulta el avance, las emociones (los egos) por más educadas que estén, pierden la compostura por momentos.
Todos por motivos íntimos, supeditamos nuestras decisiones al flujo emocional.
Las emociones pudieran perfectamente ser el tercer igualador o ¿Es que las personas que tienen mucho éxito no sienten? La verdad creo que ninguno se escapa de ellas, solo que han aprendido a superarlas de manera más efectiva y eficiente, sobreponiéndose rápidamente a la adversidad que genera la emocionalidad alterada.
La invitación de hoy: Observa tu temperamento, tus reacciones ante las amenazas y hazte consciente de lo que sientes en ese preciso instante, si no lo logras a la primera, inténtalo de nuevo la vez siguiente, solo no dejes de practicar.
Todo lo mejor para ti.-