Ya había dicho que hacer silencio de pensamiento y palabra, son las principales acciones para poder atender la presencia de la intuición en nuestras vidas, también que Dios siempre está hablándonos, pero de manera tan queda que el ruido externo al que nos sometemos, nos impide prestarle la menor atención. Entonces, ¿Cuáles son esas pistas que Dios nos da? ¿Cómo me entero de ellas y más allá, como las sigo? Esto es cada vez menos complicado para algunos y todo un reto para la mayoría que no han alcanzado a través de sus experiencias, la consciencia necesaria para ser humildes y hacer el silencio necesario para escuchar.

El silencio de palabra y la tranquilidad mental nos enfrentan con nuestras sombras y secretos más profundos, esos que no queremos ver porque no nos gustan.

En este tiempo estamos expuestos a un sinfín de herramientas que bombardean constantemente información, algunas de ellas muy valiosas, la mayoría no tanto y son precisamente estas últimas las que nos distraen de una conexión plena y clara con Dios (el universo, la divinidad o como prefieras llamarla).

La invitación de hoy: Haz un poco de silencio en exterior, escucha menos radio, mira menos televisión y comienza a vivir contigo, puede que no te toleres al principio, pero de a poco te iras cayendo mejor hasta que seas tu propio mejor amigo.

Todo lo mejor para ti.-