
Si no ponemos atención, nuestra mente se mantendrá demandando atención de forma continua y sabes que no te estás prestando atención, cuando te es imposible estar en algún sitio callado y silencioso. Si, si, ya se, “es que me gusta la música”, “es para que me haga compañía”, “es que no me gusta sentirme solo”, pero cada una de estas frases y otras similares, son solo argumentos para mantenerte distraído de ti mismo y ausente del presente. Canciones que te hacen rememorar situaciones pasadas (agradables o no), películas que te conmueven o el simple y agotador ruido de la calle. Todo nos distrae.
Sabes que estás en un dilema, cundo necesitas ruido externo para mantener la calma.
El silencio nos enfrenta a nuestros pensamientos, a ese océano de ideas, recuerdos y planes que nos agobian con tanta frecuencia, con dudas, miedos y ansiedades que nos sumergen en la realidad virtual, el mundo de los egos y las emociones.
La invitación de hoy: Por difícil que te parezca, intenta estar en silencio en períodos cortos de tiempo, en casa, en el auto, en la oficina. Apaga la radio, la tele, la música de la computadora, si es posible, pon el teléfono en silencio y practica canalizar tus pensamientos hasta que logres permanecer a pesar de ellos. Te darás cuenta como, paso a paso, verás las cosas con mayor claridad.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias