
Alcanzar la maestría en el dominio del silencio, nos ofrece una herramienta poderosa, ya que, al lograrlo, podemos entrar en contacto, no con nuestra intuición, sino con la sabiduría interna, que es más certera y precisa que la intuición. Esta sabiduría está directamente relacionada a la conexión con Dios, a esas instrucciones que recibimos a cada instante en respuesta a los demandantes requerimientos de los egos y que simplemente ignoramos y desechamos por desconocimiento y no estar atentos, claro, no es posible escuchar porque nos llenamos de ruidos externos e internos.
Para dominar el silencio es necesario logar el dominio sobre nuestros pensamientos.
Nótese que he escrito “dominio” en lugar de control, ya que son cosas totalmente distintas. Al dominarlos, no los controlo, sino que los canalizo hacia un uso más efectivo y eficiente, desechando los del pasado o el futuro y empleando productivamente los que están conectados con el presente, esos que provienen de la sabiduría interior.
La invitación de hoy: Te reitero la invitación del día de ayer. Comienza a practicar el silencio, solo así podrás escuchar la voz de Dios, en directo y de manera personalizada.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias.