
En la película del año 2003 dirigida por Edward Zwick, “El último samurái”, el protagonista, el capitán Nathan Algreen, es capturado como prisionero y llevado a la villa donde estuvo cautivo durante un invierno. Luego de haber tenido una vida plena de violencia y muerte, encontró durante su cautiverio en la villa del samurái Katsumoto, la paz suficiente para ordenar sus ideas y hallar la fortaleza que le permitió actuar según sus principios, los cuales habían sido sobre pasado por una vida repleta de violencia. Para ello fue necesario encontrar la paz dentro de sí.
Acabar con los ruidos del pensamiento es vital para la expansión de la consciencia.
El cautiverio no es del todo perjudicial, sin importar las causas del mismo. En la película citada, la purga de emociones trajo como resultado la observación y comprensión de una realidad que, bajo pensamientos alterados no hubiera sido posible. Al final, el capitán tuvo su pequeña medida de paz y esto es más que suficiente para sanar.
La invitación de hoy: Aprovecha este tiempo de conmoción, en el que se te solicita una pausa, para atenderte. Revisa tu vida, pero no hacia atrás, sino hacia HOY. La excusa de siempre ha desaparecido, el “No Tengo Tiempo” se acabó. Así que comienza hoy mismo y saca partido del “cautiverio” y eleva tu vibración y tu consciencia.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias