
Solemos pensar que meditar es poner la mente en blanco, eso puede deberse a la difusión e algunas prácticas convencionales, en las que algunos guías inculcaban a sus discípulos esta información, pero la verdad es que, para poder tener la mente en blanco, hace falta mucha práctica de meditación muy disciplinada. Sin experiencia, vaciar nuestra mente puede ser una labor titánica y bastante frustrante.
El término meditación es referido a gran variedad de prácticas que incluyen ejercicios especialmente diseñados para promover la relajación y/o construir energía interna o fuerza vital (Qì, ki, chi, prāṇa, entre otros).
EL primer paso para meditar consiste en relajar nuestro cuerpo físico para luego relajar nuestra mente y liberarnos de los pensamientos y es aquí donde comienza la fiesta. Si no son recuerdos que nos agobian, son pensamientos y preocupaciones sobre el futuro. En caso de no ser alguna de las anteriores, serán entonces pensamientos imaginarios sobre “cómo sería si…” y estos ejercicios de imaginación van del pasado al futuro de manera indistinta. Y la verdad es que esto, no lo podemos controlar, al menos no sin conocer las técnicas necesarias.
Si, hay técnicas para controlar nuestra mente y es menester aprenderlas, no solo para meditar, sino para afrontar la cotidianidad de manera menos conflictiva.
Los pensamientos son los responsables de casi todo en nuestras vidas (por no decir que de todo). El mundo se nos presenta según pensemos del él. En tal sentido, cuando aprendemos a controlar nuestros pensamientos, somos capaces de comenzar a cambiar nuestras realidades. El presente es la clave.
La invitación de hoy: Estar en el presente es poner tu atención a lo que está ocurriendo en ese preciso instante y es así como puedes poner tu mente en blanco.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias