
Recientemente he estado escribiendo sobre el momento evolutivo en el que nos encontramos como humanidad. Un punto histórico en el que es menester dejar de lado la emocionalidad para dar paso a la precepción, lo que, irremediablemente, nos permitirá alcanzar nuevas cotas de consciencia, lo que tiene como consecuencia que estaremos en la capacidad de poder explorar en profundidad, potencialidades humanas, desconocidas hasta ahora.
El mundo emocional es adictivo.
Cosa que he podido apreciar al leer más en profundidad, algunos blogs a los que sigo. Me doy cuenta al final de la lectura, que muchas personas gustan de mensajes cargados de emocionalidad. Temas de rompimientos de parejas, despedidas, incluso, textos comentando sobre la partida de algún ser querido, generan un sinfín de comentarios que expresan conexión, simpatía con el escritor, sin darse cuenta que esa emoción no es más que un reflejo de lo que llevan dentro.
La adicción es difícil de identificar, más cuando todos la tienen.
Pero el que todos tengamos esa adicción, lo hace normal, pero no necesariamente algo que favorezca el desarrollo humano. Es menester darse cuenta de la adicción a las emociones y comenzar el proceso de depuración, superar la emocionalidad y aprender a vivir por encima de ellas.
La invitación de hoy: Solo, date cuenta.
Todo lo mejor para ti.-
Bilko Castro Arias