Como habrás podido apreciar en el artículo anterior, no es nada sencillo emplear las palabras para comunicar un tema tan profundo como es el de las experiencias nuevas, el del pensamiento místico que se aventura a darnos más información para podamos dejar de creer y comencemos a saber. De cualquier manera, persistiré en el esfuerzo de transmitir que, tanto los pensamientos místicos y científicos no están tan alejados como pensamos o como se nos ha hecho creer. También insistiré en el esfuerzo de continuar derribando barreras mentales que me limitan y nos limitan a todos.

Esto parece una tarea titánica y de hecho lo es, así que mejor comencemos.

Siempre me ha gustado la metáfora aquella que dice “La única manera de comerse un elefante es hacerlo por partes”, entonces creo que la mejor manera de iniciar este viaje es por el comienzo, compartiendo algo de información que contextualice, no solo la necesidad de dejar de las creencias, sino también lo motivos para hacerlo y algunas maneras que he ido aprendiendo y aplicando en el camino.

Paso I: Darse cuenta

Este es sin duda, el paso más difícil de dar, no solo porque es el primero, sino porque es muy complejo darse cuenta que estamos comprometidos con una manera de pensar que ha funcionado durante todo este tiempo, pero en el fondo, tiene la llave para poder desencadenar un proceso de transformación personal maravilloso. Ya sea que ese pensamiento nos lleve por la senda del desarrollo o que sean un desvío alejado de nuestra verdadera realidad, la llave es la misma. Necesitamos darnos cuenta de ello. Pero ¿qué es eso que debemos apreciar? En principio que esas maneras de pensar, representan una fracción de la realidad y no su totalidad. Ese es el primer paso. Aprender e internalizar que nuestras verdades, no son absolutas, que están llenas de juicios y que, a pesar de tener retazos de veracidad, no nos permitirán ir más allá. Son algunas pistas que nos ayudan a identificar que tenemos creencias que nos limitan.

La mayoría de las veces, darnos cuenta requiere de un empujón, algo que nos haga darnos cuenta que las decisiones que hemos tomado, no son las más acertadas, a esos empujones, solemos llamarlos “Problemas”, situaciones conflictivas de enfrentamientos internos entre lo que pensamos que es correcto y lo que sentimos que no está del todo bien en el camino que recorremos.

Sin romantizar el conflicto, planteando un enfrentamiento entre la mente y el corazón, es menester decir, que esta metáfora poética de la lucha interna, es lo que más de aproxima a una descripción de esa realidad.

Ese conflicto interno es, sin duda alguna, el detonante que nos hace cuestionar lo que hemos venido creyendo, las maneras en las que hemos aprendido a actuar, responder y reaccionar ante el mundo que nos rodea, lo que nos lleva a darnos cuenta que debemos operar algunos cambios, ya que no seremos capaces de transformarnos a menos que renunciemos a esas creencias y maneras de pensar de forma irrevocable.

La invitación de hoy: Date cuenta, todos en mayor o menor medida, tenemos un conflicto interno al que debemos prestar atención a tiempo, antes que se convierta en una bomba que estalle impredeciblemente, causando daño al mundo que hemos creado en torno a esas creencias. Más en el siguiente artículo.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias