Si, consciencia, algo que, tal como mencioné en el artículo anterior, tuvimos de manera efervescente desde el pasado 2020 hasta que terminaron los confinamientos por la pandemia a mediados del 2021. Pero, así como se tuvo, también se perdió. Bastó que hubiera espacio para reuniones y reencontrarnos con amigos, para que ese pensamiento intuitivo que apareció cuando no había distracciones de trabajo ni de invitaciones, cuando había tiempo para estar en intimidad, aun si estuviésemos viviendo con alguien.

Necesitamos superar las distracciones.

Pero para superarlas requerimos de mucha fuerza voluntad y esta solo la podemos adquirir si valoramos profundamente lo que recibiremos si comenzamos a dedicar tiempo a nosotros, pero no de forma egoísta, es decir, haciendo las cosas que “sentimos” tenemos que hacer, movilizados por las emociones que generan las cotidianidades del momento.

¿Cómo valorar algo que no se ve, ni siquiera se percibe? Hallando certeza.

Pero esa no la encontramos en los bares ni en reuniones, no en los conflictos cotidianos de nuestras relaciones, esos que nos generan emociones de todo tipo, siendo las de “felicidad”, las que más nos meten en problemas.

La invitación de hoy: Halla certeza en el silencio y encuentra el silencio, en la práctica.

Todo lo mejor para ti.-

Bilko Castro Arias