El premio

Hay que hacer méritos para obtener cualquier premio y la felicidad no es la excepción.
Hay que hacer méritos para obtener cualquier premio y la felicidad no es la excepción.

Recibir premios supone el desempeño adecuado, poco menos que perfecto o por encima de los estándares estipulados. Pero estos premios también pre-suponen un espejismo peligroso como el de ser el pináculo del logro, como si una vez obtenido no tuviésemos más por hacer o avanzar. Algunos se duermen en los laureles y comienzan a vivir de glorias pasadas, al mismo tiempo, cada vez más personas Sigue leyendo

Recompensas.

¿Que es lo que persigues? para obtener el premio, primero hay que actuar.
¿Que es lo que persigues? para obtener el premio, primero hay que actuar.

En ciertos países existe la figura del caza recompensas. Un sujeto que trabaja al margen de la ley, para quien, sin importar los métodos, lo más importante es capturar al delincuente solicitado por la justicia, luego que lo entregue, según las condiciones, este cazador recibe el premio ofrecido por el logro.

Para el resto de las personas que no gustamos de la cacería deportiva y mucho menos la de personas, esto de cazar recompensas suena más a película de acción que a una realidad palpable. Pero ¿Qué tal si por unos instantes nos convertimos en protagonistas de ese filme y perseguimos alguna presa? Sería interesante saber si estamos dispuestos a Sigue leyendo

El valor del servicio.

El mundo en el que hoy vivimos está lleno de transacciones que implican el intercambio

Dar sin expectativas mejora nuestras posibilidades de recibir más de lo que pensamos que vale nuestra acción.

entre las personas, así nos encontramos en la mayoría de las ocasiones realizando labores para obtener algo de dinero o reconocimiento, dejando de lado la pasión por lo que hacemos y enfocándonos en la recompensa por nuestras acciones.

Por otra parte el servicio al ser algo intangible difícil de medir, pierde su valor y pocas personas saben o reconocen el beneficio que recibe cuando alguien obra por su bienestar, bien sea una breve plegaria o las labores de un empleado de la compañía de electricidad encargado del mantenimiento de las torres de transmisión de corriente.

En consecuencia, el valor que tiene una acción, por pequeña que sea, puede ser apreciado solo por quien la recibe, aun cuando tenga que pagar por ella. Pero ¿Que ocurre con quien sirve? Casi siempre esperamos algo y ponemos condiciones a nuestras acciones sin considerar que siempre que le damos y esperamos obtener alguna retribución por nuestras acciones de servicio, tendemos a quedarnos cortos en comparación con las recompensas que el universo nos da por el simple hecho de servir en amor. No limites tus recompensas, Da sin esperar y la divinidad se encargará de llenar tus arcas.

Todo lo mejor para ti.-