
Caminar bajo la lluvia es una de las sensaciones más agradables que haya podido disfrutar. Lamentablemente los agites del trabajo y el tener que conservar la imagen para poder visitar clientes, me obligan a mantenerme impecable por aquello de dar una excelente primera impresión, temas de venta. Es por esto que cada vez que comienza a llover es necesario buscar algún refugio para guarecerme del agua.
Similarmente sucede cuando atravesamos momentos complicados, nos encerramos temiendo ser vistos de manera poco presentable y es este acto, el de refugiarnos, el que nos aleja de la humildad que nos permite caminar bajo la tormenta y tener la valentía de pedir ayuda, especialmente a aquellos que nos aman.
Mostrarnos vulnerables no es señal de debilidad, al contrario es muestra de que hemos podido alcanzar la humildad de vernos tal y como somos.

Los momentos en los que no he podido tener la voluntad de orar y me falta la concentración para meditar, me han enseñado a recurrir a esos cómplices de Dios que siempre están dispuestos servir desde su amor incondicional, obteniendo respuestas que no dejan de sorprenderme.
La invitación de hoy: Evalúa en que área de tu vida te sientes estancado y sin avanzar, mírate con sinceridad y asume el hecho de que puedes estar evitando pedir ayuda, bien sea por orgullo o arrogancia. Se honesto, pídele al ego que te deje resolver y acude por ayuda. De seguro te sentirás muy bien.
Todo lo mejor para ti.-
HOLA CONEXION PERMANENTE: PASA A RETIRAR LOS 3 PREMIOS QUE PUBLIQUE AYER , EL 10/07/2015 EN UN SOLO POST. ABRAZOS, MARCIAL 🙂 FELICITACIONES!
Gracias Marcial por tus visitas activas y por supuesto, los premios.