Toda situación adversa genera alteración en los egos y por ende, en las emociones. Estas a su vez, se encargan de exacerbar la situación haciéndola más compleja de lo que es en realidad. Las emociones potencian los problemas a la vez que nublan la visión de la consciencia, es por esta razón que, al estar molestos, asustados o tristes, se nos complica el panorama y nos cuesta ver las infinitas alternativas de solución al “problema”.

El principal aliado al momento de presentarse la emocionalidad alterada es, la respiración consciente.

Cuando respiro, llevo oxígeno al cerebro, el cual a su vez lo emplea como combustible para la creación del mundo que me rodea. Si no soy capaz de pensar con claridad, mi mundo será un espacio hostil, con personajes adecuados a la escenografía, en caso contrario, cuando tomo el control a través de la respiración, la emocionalidad alterada disminuye paulatinamente, cediendo espacio a la consciencia.

La invitación de hoy: Ante la crisis, respira con consciencia, sabiendo que estás apartando la emoción del momento para encontrar la mejor solución, si prestas suficiente atención, puede que hasta escuches al mismo Dios guiándote hasta la salida.

Todo lo mejor para ti.-