Si bien es cierto que nunca estamos 100% listos para un nuevo camino, también lo es que siempre podemos estar listos para la aventura.
Anhelar cosas mejores y diferentes no tiene nada de novedoso, siempre está en nuestra mente el querer mejorar e ir hacia la felicidad. Sentimos que obtener algo o lograr algo nos impulsará hacia el siguiente nivel, pero muchas veces lo que encontrarnos es trabajo y más trabajo por hacer. Tal como ocurre cuando dejamos la escuela para ingresar a la Sigue leyendo →
Cada vez es más común escuchar historias de personas, que sienten un llamado a hacer cosas que pudiéramos considerar fuera de lo común o mejor dicho, raras para el comportamiento al que nos tienen acostumbrados o al que aparentan. Las diferentes historias tienen finales inciertos pero en definitiva y para quienes se aventuran los resultados son extraordinarios.
Solo la práctica hace al maestro y todo se aprende haciendo, hasta la espiritualidad.
Por sorpresa, la mayoría de estas nuevas historias vienen acompañadas Sigue leyendo →
¿Será posible contar las oportunidades que hemos perdido de quedarnos callados antes de emitir algún comentario hiriente o sarcasmo que lastime a otros o las de hablar con alguien cercano a quien amamos y simplemente por alguna rabia trasnochada causada por algún evento ya viejo y casi olvidado no lo hacemos?
No preguntes, no te recrimines, solo conectate con tu corazón y haz lo correcto.
Pareciera que no, además habría que incluir en esa cuenta las veces en las que hemos hecho u omitido alguna acción de manera inconsciente pensando que esta actitud, es natural porque “Yo Soy Así”. Nuestra mente mantiene pensamientos sobre el pasado y/o el futuro en nuestra cabeza, haciéndonos recordar eventos pasados o predisponiéndonos a respuestas que no hemos recibido, en definitiva, alejándonos cada vez Sigue leyendo →
La expresión “El tiempo de Dios es Perfecto” pareciera haberse puesto de moda por estos días. Tal vez es la mejor excusa para no haber realizado alguna actividad importante y cuando el resultado no es como esperamos, soltamos esta frase, haciendo responsable a alguien más por la imperfección.
El tiempo de Dios es perfecto solo cuando dejas el control y le permites actuar.
Esto no quiere decir que Dios no este sincronizado con los eventos, claro que lo está, es él quien los propicia. El punto es ¿En cuantas oportunidades nos aprovechamos de su perfección para postergar nuestras decisiones? Seguramente más veces de las que quisiéramos admitir.
Nuestra mente siempre nos va a jugar la trampa de hacernos creer que es cosa de Dios el que haya o no ocurrido algo o de que seamos o no exitosos. Una vez más, la atención a los detalles respecto a la manera en que vivimos son la clave para hallar la perfección de los momentos de Dios y poderlos diferenciar de nuestras creaciones.
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