
El ego se apoya siempre en dos clases de emociones generadas por dos acciones que le dan poder. Los halagos y los agravios. Estas, son procesadas en grados totalmente individuales y genera pensamientos que, lejos de ayudar, restan al proceso de evolución personal. Los halagos, nos colocan en posiciones de superioridad y nos hacen pensar que somos mejores, llevándonos a Sigue leyendo


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