
Es si se quiere, el síntoma más claro y contundente de la existencia de un problema. Hasta ahora no he conocido el primer alcohólico o drogadicto que admita por voluntad propia que está metido en un problema serio. Algo similar sucede cuando me plantean una crítica o comentario sobre mi comportamiento, cuando comienzo con Sigue leyendo
Debe estar conectado para enviar un comentario.