Emocionalidad y Divinidad

Sentir la divinidad requiere que estemos en el momento presente.

Sentir conexión con Dios o la divinidad no tiene relación con las emociones, estas son consecuencias de las reacciones del ego, bien sean de alegría o tristeza, cualquiera de ellas me desenfocan del momento presente. Ahora bien, esto de no sentir emociones es Sigue leyendo

Mente y espíritu.

Uno somos, somos uno.

La magnitud de mis acciones cotidianas es completamente impensable. Si bien el batir de alas de una mariposa en algún rincón del mundo, puede iniciar un huracán al otro lado, mis acciones no son menos impactantes. Pero ¿cómo sería mi vida si estuviese pendiente de que hacer tal o cual cosa llevarían a la humanidad a tener una guerra en otro continente?, menuda Sigue leyendo

Romper las barreras.

Las barreras están solo en la mente. Siéntete libre de romperlas cuando quieras.

Estoy convencido de la existencia física de mis barreras, claro, yo mismo las creo y por ende existen y su fortaleza siempre depende de la atención que les preste. Algunas de ellas las he superado casi sin darme cuenta, otras en cambio, persisten como un reto permanente que Sigue leyendo

Malos recuerdos.

No hace falta borrar la memoria, solo enfrentarte a tus emociones.

A nadie le gustan los malos recuerdos, pero ¿cómo aprendería si no fuera por ellos? A veces me invaden memorias de las cosas que hice y no me gustaron, la verdad es que me arrepiento de haberle fallado a tantas personas y  de la mayoría de los momentos incómodos, aunque Sigue leyendo

Emociones y lecciones.

La educación emocional es la clave del verdadero aprendizaje.

Es muy sencillo hablar, escribir, componer y vivir dentro de las emociones, más si estás me remueven los cimientos. Personalmente, en la mayoría de las ocasiones, la emoción genera reacciones iniciales como la rabia o la frustración que me impulsa al movimiento a hacer o construir, pero en contadas oportunidades, las mismas reacciones me superan impidiéndome mirar lo que vivo en ese instante, me paralizan, bien por miedo que es por largo el más común, por rabia o tristeza, que no detienen Sigue leyendo