Cuando nos encerramos en nuestro sistema de creencias, nos cuesta hallar la salida.
Encerrado en mis pensamientos me encuentro como atrapado y sin opciones. No hay manera de que tome la decisión de avanzar en ese proyecto que me parece interesante. Tengo miedo de fallar, no se si sea capaz de lograrlo y mucho menos de ser lo suficientemente bueno como para llevarlo a Sigue leyendo →
Las oportunidades en la vida se presentan siempre, las circunstancias siempre cambian.
Dicen que son únicas en la vida y vaya que sí lo son. A cada quien se le presentan situaciones en las que debe decidir qué camino tomar, digamos que tan frecuentemente como Sigue leyendo →
Estar entusiasmados es como recibir una sobrecarga de energía, directamente de la fuente.
Este vocablo tiene sus orígenes en el griego antiguo, donde la palabra era “enthosiasmos” inspiración divina; éxtasis o arrebato que pareciera provenir de alguna fuente externa como bien describe la raíz “entheus” o “enthous” (el que lleva a un Dios Sigue leyendo →
Tomar decisiones sobre la dirección que camino tomar, parte por la claridad en nuestras metas y sistema de valoración.
Las disyuntivas en nuestros caminos son cosa de todos los días, mayormente no es complicado elegir entre tomar el camino de la derecha o el de la izquierda, siempre y cuando ambos nos conduzcan al mismo destino, alguno tendrá más curvas y el otro quizás sea un poco más empinado, pero al final, el destino será invariable. Lo único que si cambia independientemente de la ruta que elijamos será Sigue leyendo →
Lo bueno y lo malo que vemos en otros, es mayormente un reflejo de lo que somos.
En una publicación anterior sobre “Lo bueno y lo malo”, describimos como las cosas más allá de ser malas o buenas, simplemente son. Complementando esa idea y en este caso en particular refiriéndonos a nuestro entorno, el calificar algo como positivo o negativo tiene más que ver con lo que llamamos punto de vista y entra a compararse mucho con algo que hemos venido resaltando con cierta regularidad que es nuestros sistemas de valoración. Sigue leyendo →
Conocer nuestros valores nos ayuda a mantener la congruencia entre nuestro Pensar, Sentir y Actuar diarios.
Una de las guías más importantes para transitar el camino de la vida es nuestro sistema de valoración. Conocerlo es vital ya que según este, tomamos decisiones y a su vez, vamos construyendo nuestro destino de hoy en hoy. Tendemos a dar nuestros valores por sentados y los dejamos al azar de las circunstancias, las que a su vez nos llevan a dar valorar el mundo que nos rodea.
Decidimos en función de lo que valoramos, así es como pasamos horas trabajando en detrimento de nuestra relación con en el hogar, salimos de fiesta a cambio de incrementar la calidad de tiempo que pasamos con nuestros hijos, alegando que más vale la calidad que la cantidad, preferimos ir a un paseo en lugar de asistir a un encuentro con Dios. Así vamos llevando la vida sin darnos cuenta y con la prioridades cambiadas. Son nuestras acciones las que dicen la verdad, aun cuando las palabras hablan que valoramos todo lo contrario.
Ganarle esta batalla al ego es complicado, pero no imposible, requiere de claridad, fortaleza y disciplina para no caer en las tentaciones del camino fácil.
Tener presente nuestro sistema de valores y asumirlo requiere de valentía, ya que estos darán la pauta para decidir y nos veremos en posición de tener que decir NO a muchas de las agradables tentaciones.
La invitación de hoy:
Ser congruentes en nuestras maneras de pensar y actuar, nos lleva a superar circunstancias de manera menos dolorosa.
Escribe en una columna y en orden de prioridad, tus valores y principios hoy día en función de tu actuar diario. Posiblemente requieras la ayuda de alguien de confianza.
En otra columna, escribe en orden de prioridad el sistema de valoración que predicas con tu palabra, es decir, como dices que actúas.
Más abajo, describe que cambios debes hacer para establecer un sistema de valoración congruente con la forma en que deseas vivir.
Una vez que te sientas cómodo con el nuevo sistema de valoración, tenlo siempre a la mano para que lo recuerdes y te sirva de guía a la hora de tomar decisiones. Recuerda que nuestro día a día se basa en el acto de decidir qué hacer.
Hay varias tendencias, pero lo ideal es tener por escrito entre 5 y 7 valores.
Nuestro sistema de valoración va cambiando con el tiempo, no a diario, pero si con cierta frecuencia. Monitorea-te y ve ajustando tu sistema hasta el punto en que te sientas feliz con tu actuar.
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