
Es un hecho conocido que todos tenemos un dialogo interior que no cesa, ni siquiera cuando dormimos. También es sabido que 80% de ese diálogo es negativo (hacia nosotros mismos), plagado de cuestionamientos, recriminaciones, justificaciones, miedos, culpas y un sinfín de argumentos que justifican nuestra realidad. Es decir que, en Sigue leyendo





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