El pensamiento positivo es actuar acorde con las situaciones de manera positiva.
Ver lo positivo en todo lo que nos rodea no quiere decir que tengamos que andar sonriendo a cuanta noticia nos compartan, especialmente si alguna tiene que ver con el fallecimiento de alguien o peor aún, con alguna pérdida de empleo, un robo o cualquier situación Sigue leyendo →
El corazón es a la espiritualidad lo que el cerebro a la racionalidad
En otras oportunidades, hemos mencionado que el camino espiritual dista mucho de ser un lecho de pétalos de rosa. Todo lo contrario, es un camino rocoso, empinado y que nos exige dar el máximo posible de nuestro potencial. Pero ¿con que fin? – Para poder desarrollar la fibra de consciencia necesaria y entender que las cosas son como son, por una razón, no importa si la conocemos, la entende Sigue leyendo →
Vivimos en un mundo que lleno de ruidos que complican el enfoque de nuestras ideas.
Nuestra mente es un órgano perfecto, sincronizado y armonizado, puede lograr cosas verdaderamente fantásticas y muchas veces increíbles. El poder de concentración y enfoque en un solo pensamiento o idea llevan a los seres humanos a maravillarse de estos alcances y del potencial que se muestra a ratos, tan grande es a veces la sorpresa, que sentimos y pensamos que Sigue leyendo →
Cada vez es más fácil romper las cadenas vencidas del ego que nos mantienen atados a la razón.
A la mayoría de nosotros se nos pasa la vida persiguiendo señuelos convencidos de que son la razón de nuestras vidas. Nos excusamos de tomar acciones que sabemos en nuestro corazón que son lo mejor para nosotros, con el argumento de: “Es que yo soy así…” o el de que estamos protegiendo a otros del sufrimiento, entonces, nos hacemos víctimas por cuidar a los demás sin darnos cuenta de que todo estará bien si y solo si, nosotros estamos bien.
No es un secreto el hecho de que, si buscamos razones para hacer dejar de hacer algo, las vamos a encontrar, incluso hallaremos apoyo en otros que por sus razones, impulsarán el que entremos en obediencia a nuestra intelecto, al mundo de nuestro EGO, donde el conflicto personal siempre está a la ord Sigue leyendo →
Es bastante común por estos días que escuchemos frases repetidas, muchas veces como cliché y aprendidas luego de alguna consulta con un terapeuta o sicólogo. “Deja el pasado atrás”, “Eso ya pasó, sigue adelante” o la muy popular “Pasa la página”.
Pasar la página tiene más que ver con la consciencia sobre el evento que con el olvido del mismo.
Se dice muy rápidamente, tanto que pocas veces nos detenemos a procesar eso de “Dejar el pasado atrás”. Lo sencillo de dejar lo que pasó en su lugar dependerá de nuestros apegos y el espacio que le permitamos tomar a nuestros egos con relación a nuestros sentimientos sobre el evento. En la medida que tengamos la emoción causada por el evento en el tiem Sigue leyendo →
La mejor manera de evitar el temor a ser lastimados es entregando nuestro afecto de manera espontánea.
¿Has estado alguna vez en una oficina postal con el propósito de realizar el envío de una encomienda muy frágil? La sensación de inseguridad con respecto del objeto a ser enviado es enorme. Lo envuelves con celo, colocas papel periódico, procuras plástico con burbujas de aire, de ser posible anime, lo colocas en una caja y por último te aseguras de que esté muy bien apretada la cinta plástica que la sella.
Algo parecido sucede cuando alguien te quiere demostrar afecto. Al final del día lo entrega con todo el temor para ver como el agente postal hace caso omiso, no solo a sus advertencias sino al sin fin de letras que indican FRAGIL. Luego, una vez recibido y habiendo pagado el envío, literalmente lo lanza junto con el resto de los paquetes. Es entonces cuando nuestro temor se convierte en rabia y de allí en adelante lo único que podemos hacer es rezar para que la encomienda no haya sufrido por los impactos.
Con nuestras emociones es similar, a veces intentamos entregar algo de afecto con temor al rechazo, pero en la mayoría de las veces, somos ese agente postal que sin el menor cuidado trata las entregas ajenas. Presta atención a lo que recibes de los demás, casi siempre te entregan su confianza para que trates ese paquete con delicadeza. Parece difícil, pero no lo es tanto. Presta atención al momento presente, solo así te darás cuenta de la manera como se comunican contigo y las intenciones que le imprimen a sus acciones.
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