
El acto de meditar siempre ha estado envuelto en un manto de misticismo que muchas veces asusta y en otras, genera expectativas enormes. Quienes se acercan a esta práctica, lo hacen con una mezcla de recelo y curiosidad que poco ayudan a las intenciones con las que se aproximen a ella. Paradójicamente, la meditación es un ejercicio muy común, tanto que lo practicamos Sigue leyendo
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