
En mi afán de ser feliz caigo en la trampa de perseguir señuelos, creando situaciones o escenarios que simulan, con mucha credibilidad, momentos de alegría y entusiasmo, los cuales soy incapaz de reproducir. Es difícil diferenciar la estas simulaciones del verdadero camino, de cualquier manera, todas terminan por dejar lecciones claras que, de aprenderlas Sigue leyendo





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